Desguaces de motos online

Cuando tenía catorce años terminé el colegio y no quise seguir estudiando. A sí que como mi tío estaba recién casado por entonces y trabajaban los dos todo el día, pues me fui con ellos para limpiar en su casa. Al principio claro iba andando pero la verdad que tenía que madrugar un montón para poder llegar a tiempo, porque estaba muy lejos. Así que cuando estuve trabajando varios meses me compré una moto. La pagaba todos los meses cómodamente con lo que cobraba y me sobraba claro. Pues nada al principio solo la usaba para el trabajo, ya cuando empecé a salir de paseo había veces que me la llevaba también. Y nada que de utilizarla poco pasó a utilizarse mucho. Mi tía dejó de trabajar y entonces me despidieron, pero encontré pronto otro trabajo en el que también tenía que utilizar la moto. Pero pasó el tiempo mi tía volvió a trabajar y regresé a trabajar con ellos. Y ya no solo utilizaba la moto yo sola sino que ella también. Cuando yo llegaba a trabajar la cogía ella y se la llevaba y cuando volvía la cogía yo para volver a casa.

Madre mía la de tralla que ha llevado esa moto. Un día fui a la piscina y cuando salí me habían robado una rueda. Imaginaos con la cara que me quedé al salir y verla. En fin ese día mi padre ni corto ni perezoso entro en la web www.desguacesdemotos.net y al día siguiente ya tenía mi rueda puesta. Recuerdo que otra vez en la que mi tía se llevo la moto y de la puerta de su trabajo se la robaron, y estuvo cuatro días desaparecida, luego apareció cerca de su trabajo por suerte, claro. Recuerdo que la dejaron sin gota de gasolina, se ve que la tuvieron hasta que se quedaron sin gasolina, sería cosas de críos. Traía una pieza rota y mi padre pues igual lo pidió a este desguace de motos y en nada ya estaba en casa. Como a él se le da bien la mecánica pues montaba las piezas el mismo, y así pues nos ahorrábamos la mano de obra del mecánico. A sí que con lo barato que le salía cada vez que algo se le rompía a la moto él lo pedía y lo bueno de todo es que en poco tiempo lo teníamos en casa. Ya han pasado veintiún años de eso y la moto sigue funcionando.

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