En el caso de los viajes corporativos, destaca la presencia del “bleisure”, la cual es una combinación entre el ocio y el negocio, ya que, de acuerdo con diversos estudios, se ha confirmado que aproximadamente el 36% de las personas que se desplazan por aspectos de trabajo también buscan aprovechar el tiempo y pasar unos días de tiempo libre, ya que en muchas ocasiones se pueden ligar con las vacaciones.
El perfil del viajero de negocios ha cambiado y es por ello que el business travel está experimentando una transformación en la cual el encuentre una experiencia personalizada que incluya bienestar, flexibilidad, trato especial y que todo esto contribuya a enriquecer su experiencia.
En esencia, esta tendencia se encuentra más enfocada en los millenials, ya que ellos buscan aprovechar al máximo el tiempo, compaginando el trabajo con las actividades de ocio que pueden realizarse, conocer el entorno y relacionarse en el destino.
Así que, es importante que los grandes corporativos y cualquier empresa considere la posibilidad de flexibilizar las políticas de viaje tradicionales y acceda a compaginar ambas partes, lo cual traerá como resultado un trayecto productivo en negocios con un enriquecimiento cultural.
Y para las agencias, esto también representa crear nuevos planes para ofrecer la experiencia completa con elección de actividades diversas de acuerdo con el perfil del usuario, lo cual completará la sensación de personalización.
En México, de acuerdo con un estudio de Booking.com, se destacó el crecimiento de esta tendencia durante 2018 en un 49%, lo cual indica que cada vez más empresas lo incluyen dentro de las estrategias corporativas.
Sin duda alguna, este pensamiento enfocado en viajes empresariales rompe el paradigma de que deben ser estrictamente relacionados al negocio, ya que también se pueden disfrutar y contribuir a la lealtad de los empleados ya que se sienten más comprometidos.